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Controlar la COVID-19 en las Américas podría llevar años si continúa el ritmo lento de vacunación actual, advierte la directora de la OPS

  • En algunos países se ha vacunado al 3% de la población, y en otros la cifra no alcanza ni el 1%.
  • La doctora Etienne llamó a incrementar ‘urgentemente’ el acceso a las vacunas e instó a los países ricos en vacunas a donar dosis o recursos.

Washington, D.C., 9 de junio de 2021 (OPS) — La Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, llamó a prestar atención a la lentitud con la que avanza la tasa de vacunación contra la COVID-19 en América Latina y el Caribe, y advirtió que el control del virus podría tomar años si se mantienen las tendencias actuales.

«Hoy estamos viendo el surgimiento de dos mundos: uno que vuelve rápidamente a la normalidad y otro en el que la recuperación sigue estando en el futuro lejano», afirmó hoy la doctora Etienne durante la sesión informativa semanal de la OPS.

Mientras que los Estados Unidos han vacunado completamente a más del 40% de su población, señaló, el ritmo es mucho más lento en América Latina y el Caribe. Algunos países, como Bolivia, Ecuador y Perú, sólo han vacunado a 3% de su población y otros como Guatemala, Trinidad y Tobago y Honduras, ni siquiera al 1%.

En números concretos, menos de 3 millones de personas han completado su esquema de vacunación en el Caribe, mientras que en Centroamérica son sólo 2 millones.

«Las desigualdades en la cobertura de vacunación son innegables», indicó la directora de la OPS. «Desgraciadamente, el suministro de vacunas se concentra en pocos países mientras la mayor parte del mundo espera que se distribuyan las dosis. Aunque las vacunas contra la COVID-19 son nuevas, esta historia no lo es: la desigualdad ha dictado con demasiada frecuencia quién tiene derecho a la salud».

También agregó que «si las tendencias actuales continúan, las disparidades de salud, sociales y económicas en la región aumentarán aún más, y podrían pasar años antes de que podamos controlar este virus en las Américas».

La doctora Etienne pidió que se amplíe «urgentemente» el acceso a las vacunas en América Latina y el Caribe y que se dé prioridad a los países en los que «incluso las poblaciones vulnerables aún no están protegidas». Instó a los países ricos en vacunas y recursos a seguir el ejemplo de Estados Unidos, que efectuó una donación inicial de 6 millones de dosis; España, que aportó 5 millones, y Canadá, que se comprometió a aportar 50 millones de dólares canadienses para ampliar el acceso a las vacunas en América Latina y el Caribe.

«Esperamos que otros países — especialmente los que tienen excedentes de dosis — y las instituciones financieras mundiales, sigan estos mismos pasos para proporcionar el apoyo que necesitamos con el fin de proteger al 70% de nuestra población que no estará cubierta mediante COVAX», subrayó al referirse a la alianza mundial para garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19.

Mientras tanto, manifestó la doctora Etienne, los países de América Latina y el Caribe deben adherir a las medidas de salud pública probadas, como el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social. También instó a poner en marcha «sistemas de vigilancia sólidos» respaldados por pruebas periódicas y rastreo de contactos.

«Esto seguirá siendo fundamental para controlar este virus incluso cuando la cobertura de la vacuna se amplíe y los casos disminuyan», consideró.

En cuanto a la situación epidemiológica actual de la pandemia en la región, la Directora de la OPS advirtió que las condiciones de deterioro continúan en América Latina y el Caribe. «Las tendencias que estamos viendo son claras: en toda la región, este año ha sido peor que el anterior. En muchos lugares las infecciones son más altas ahora que en cualquier momento durante esta pandemia».

La doctora Etienne dijo que en el Caribe, Trinidad y Tobago informó el mayor aumento de infecciones y muertes por COVID-19 el mes pasado. En Haití, las hospitalizaciones de pacientes con COVID-19 ponen a prueba los suministros de oxígeno del país. En Costa Rica, las infecciones están disminuyendo después de semanas de aceleración, pero otros países centroamericanos, incluidos Panamá y Guatemala, están informando del aumento de nuevos casos.

Brasil, Ecuador y Perú reportaron un descenso de casos, pero la mayoría de los países sudamericanos — incluidos Argentina, Uruguay y Chile — informaron de un aumento de las infecciones. Tanto los casos como las muertes han aumentado en Bolivia y Colombia durante las dos últimas semanas, y en muchas ciudades colombianas las camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI) están casi al límite de su capacidad. 

En todo el continente americano, incluida América del Norte, hubo casi 1,2 millones de nuevos casos de COVID-19 la semana pasada y más de 34 mil muertes. Cuatro de los cinco países con mayor número de muertes en el mundo se encuentran en las Américas. 

«A pesar de que se han duplicado — o hasta triplicado — las camas de los hospitales en toda la región, las camas de las UCI están al máximo, el oxígeno se está agotando y el personal sanitario está desbordado», lamentó.

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